martes, 25 de octubre de 2011

Panga.

Todo empezó aquí cuando doña Cordelia me pasó una receta para hacer pastel de panga. Proponía ella hacerlo con panga congelado y yo decía que la panga, como la merluza, al congelarse quedaba congelada. Entablose una ápera polémica. El DRAE no me sacaba de dudas porque los amables académicos, al parecer, no catan la panga. Acudí a la Wikipedia -mil veces sea bendita- y mi confusión fue en aumento porque allí se habla de dos especies de panga. La Pangasius hypophthalmus que es asina
y la Pterogymnus laniarius que, para liarlo todo aún más, cambia de sexo periódicamente. Hela aquí:

¿Se puede liar más la cosa? Sí, hasta el infinito. Porque, como advierte la amable Wiki, en España, Holanda y Polonia el nombre panga puede referirse a cualquiera de los dos monstruos, mientras que en Indonesia se refiere a Megalaspis cordyla y en Kenia a Trichiurus lepturus.
No me extraña nada que los amables académicos no se aclaren. Seguramente, al final, tendrá razón doña Cordelia. Lo que está claro es que cada vez es más difícil saber qué diablos está uno comiéndose.

sábado, 1 de octubre de 2011

El arte de mendigar.

Kenodoxia se dice igual en griego κενοδοξία. ¿No es una bella coincidencia?
La palabra no aparece en la vigésima segunda edición del DRAE Significa vanagloria o, mejor, por más terrible, gloria vacía. Porque la gloria no es sino la manifestación del Dios Tres Veces Santo y la kenodoxia vendría a ser la burla del hombre que se viste de seda y se cree Dios y desprecia la kenosis (κένωσις ) de Dios, ese despojamiento de toda gloria que hace de Dios un maestro en el arte de mendigar.