viernes, 1 de febrero de 2013

Difidente.

Difidente quiere decir que desconfía.
Desde que leí (ayer) este escolio de Gómez Dávila No generalicemos sin sonrisa difidente, he usado varias veces el adjetivo con el secreto propósito de provocar alguna sonrisa difidente, pero nada.
A un amigo le he dicho:
-Te noto, no sé, difidente.
Y me ha respondido encogiéndose de hombros:
-Pues yo estoy igual que siempre.
He provocado con mi experimento varias miradas burlonas, algún gesto de impaciencia y un ¿tú estás tonto o qué? Pero ni una sonrisa difidente.

miércoles, 30 de enero de 2013

A río revuelto...

...ganancia de pescadores.

Esopo lo explica todo. En su fábula 26 (El pescador que batía el agua) habla de una técnica -vieja, por lo visto- para pescar en el río. Se pone una red de orilla a orilla. El pescador sube, corriente arriba, y luego baja batiendo las aguas y removiendo el lodo de tal modo y manera que obliga a los peces a bajar hacia la red que les ha tendido. Allí los acorrala -o los enreda- y los pesca. En la fábula de Esopo aparece un vecino que se queja: has enturbiado las aguas y no podemos beber. El pescador se defiende: ¿Qué le vamos a hacer? ¡Yo vivo de esto!
Y el que puso las moralejas a las fábulas de Esopo, escribió al final de esta: Así también los demagogos de las ciudades cumplen mejor su cometido cuando arrastran su patria a la discordia.