miércoles, 30 de enero de 2013

A río revuelto...

...ganancia de pescadores.

Esopo lo explica todo. En su fábula 26 (El pescador que batía el agua) habla de una técnica -vieja, por lo visto- para pescar en el río. Se pone una red de orilla a orilla. El pescador sube, corriente arriba, y luego baja batiendo las aguas y removiendo el lodo de tal modo y manera que obliga a los peces a bajar hacia la red que les ha tendido. Allí los acorrala -o los enreda- y los pesca. En la fábula de Esopo aparece un vecino que se queja: has enturbiado las aguas y no podemos beber. El pescador se defiende: ¿Qué le vamos a hacer? ¡Yo vivo de esto!
Y el que puso las moralejas a las fábulas de Esopo, escribió al final de esta: Así también los demagogos de las ciudades cumplen mejor su cometido cuando arrastran su patria a la discordia.