A los ingenios inventivos llaman en lengua toscana caprichosos (capriciosi), por la semejanza que tienen con la cabra en el andar y pascer. Ésta jamás huelga por lo llano: siempre es amiga de andar a sus solas por los riscos y alturas, y asomarse a grandes profundidades por donde no sigue vereda alguna ni quiere caminar con compañía. Tal propiedad como ésta se halla en el animal racional cuando tiene un celebro bien organizado y templado; jamás huelga en ninguna contemplación, todo es andar inquieta buscando cosas nuevas que saber y entender. De ésta manera de ánima se verifica aquel dicho de Hipócrates: animae deambulatio, cogitatio hominibus.
Huarte de San Juan Examen de ingenios..., citado por Juan Luis Alborg en Historia de la literatura española, tomo I.